viernes, 19 de noviembre de 2010

Capitulo 48























Lucas y Thiago están cara a cara. Lucas reclama sus derechos como el marido de Simón.
--¡quiero que dejes en paz a mi esposo de una vez¡ ¿no te da pena ser su amante?
Lucas usa un tono muy ofensivo. Thiago tiene que hacer un esfuerzo para no romperle la cara pero se controla porque está en una clínica.
--¡Qué dices, loco¡ ¡Simon es mi pareja¡
Thiago habla con orgullo, está muy seguro del amor de Simón. Lucas siente a Simón como una propiedad y la defiende también con orgullo:
--¡Simón es mío, es mi marido y tú sólo eres el amante¡
--¡déjanos en paz, Simon es tu esposo sólo en los papeles¡
Lucas se le ríe. Le habla con desprecio:
--sos un boludo. ¿cómo te crees eso?
Thiago pone las manos al fuego por su amado.
--¡Es la verdad¡
De nuevo Lucas se le ríe:
--¿o eres un imbécil o crees que lo soy yo?¿¡Crees que yo iba a permitir esto? No me casé con ese cuerpazo que se gasta Simón para no acostarme con él siempre que se me pegue la gana.
--¡Simon jamás estaría contigo¡ ¡Me ama demasiado y se respecta así mismo¡
--me acosté con Simón y no una vez¡ ¡¡sino muchas¡ ¡¡durante todo este tiempo cuando Simón se iba al trabajo se estaba acostando conmigo Hacía días que acabó el rodaje de su novela y no te dijo nada para poder seguir acostándose conmigo y te aseguro que ambos lo disfrutamos igual.
--¡Mientes¡ ¡¡mientes¡
Thiago no le cree pero empieza a dudar. Llora.
--¡Simón es mi marido, es mi hombre, mi macho, mi todo¡ ¡¡El que estás sobrando eres tú¡ ¡¡Tú eres el otro¡ --Lucas.
Simón llega corriendo porque ha oído los gritos. Tiene los papeles del alta en la mano, llega rostro desencajado. No tiene tiempo de decir nada. Thiago lo mira llorando:
--dime que no es cierto. ¡Tú nunca me harías esto¡
Thiago está muy herido, decepcionado. El dolor de Thiago es el de Simón. Los dos se miran llorosos. Lucas se pega a su esposo y dice:
--Si vas a mentirle dile que tengo muchos vídeos nuestros, que los mandaré a varias cadenas... todo el mundo nos verá en la cama...
Simón agarra del cuello a Lucas y con mucho odio le dice:
--¡sos una basura¡
--aquí la única basura sos vos, Simon.
Thiago habla con la voz rota. Simón se derrumba. Mira a Thiago desesperado. Muerto por dentro. Los dos están heridos.
--no mi amor, deja que me explica...
--¡que me vas a explicar¡¿¿que mientras mi hijo luchaba por su vida tú te estabas revolcando con nuestro enemigo?
Mientras Simón y Thiago sufren, están rotos del dolor, Lucas los observa riendo.
--¡Fue por Simoncito¡
--Te has equivocado, Simon.
Thiago lo está odiando a Simón y eso mata a Simón:
--Me mentiste para acostarte con ese loco ¡¡él mandó violar a mi hermana¡ ¿¡cómo vas a mirar a los ojos a Simoncito después de lo que hiciste’?
--¡deja que te explique¡
Simón habla con desesperación. Con angustia. Thiago le da una empujón a Simón cuando éste intenta acercarse a él.
--¡no volverás a ver a Simoncito¡ ¡No quiero que te acerques más ni a Simoncito ni a mi¡ ¡Estás fuera de nuestras vida¡
Simón está lleno de dolor. No dice nada. Lucas aprovecha el gran desgarro que hay en el alma de Thiago, lo quebrado que está para acabar de hundirlo.
--Simoncito es nuestro... tu quedas a fuera de la vida de Simoncito y de la de Simón... Eres tú el que no volverás a ver a Simoncito, eres tú el que no te le volverás a acercar...
Simón le suplica a Lucas:
--ahora no es el momento.
Lucas le muestra a Thiago los documentos que prueban lo que dice:
--El padre biológico me cedió a mi la custodia y yo se le cedí a Simón pero él tiene que seguir siendo mi marido...
Thiago cae en el piso roto de dolor. Simón le pone las manos en los hombros:
--escuchame a mi.
Simón le habla muy dulce. Thiago ya no habla con odio. Apenas le queda vida. Toda esa lucha por salvar la vida del pequeño acaba de la manera que jamás pensó.
--¿porqué me hiciste esto? –balbucea Thiago a Simón con la voz rota.
A Simón le parte el alma verlo así.
--escuchame, mi amor.
Ese mi amor, esa voz amorosa de Simón llena de ira a Thiago. Se levanta. Se enfrenta a él a furioso.
--¡te odio, te odio como jamás te amé¡ ¡¡esto no te lo voy a perdonar nunca¡
La rabia de Thiago lastima mucho a Simón.
--No me digas eso, deja que te explique.
--¡Me has robado a mi hijo y eso no te lo voy a perdonar nunca¡ ¡Yo confiaba en ti y me has traicionado de la peor manera¡
Simón abraza a Thiago llorando.
--escuchame, las cosas no son lo que parece –le susurra.
Simón habla flojito para que Lucas no le escuche pero Thiago no está por la labor de escuchar a Simón.
--¡Te odio¡ ¡te deseo lo peor¡
Thiago le pega un puñetazo a Simón y se va corriendo. Simón quiere ir tras él Lucas le agarra del brazo:
--¡si te vas con él me divorcio ahora mismo y no vuelves a ver a Simoncito¡ ¡¡ni tu ni tu amorcito¡
Simón descarga todo su dolor en Lucas.
--¡te odio, te odio¡ ¡maldito el día en que me fijé en ti¡ ¡pero fue por despecho, nunca te quise¡
Simón golpea a Lucas en el pecho pero Lucas ni se inmuta.
--guarda las energías para luego, te voy a echar el polvo de tu vida.
Simón no deja de golpearlo, de insultarlo.
--¡me das asco¡
Y Lucas no deja de sonreír:
--tu vida me pertenece, almenos hasta dentro de un año ¿y crees que Thiago te va a esperar? Lo has perdido para siempre.
Simón se derrumba. Tiene ganas de matar a Lucas. El doctor Kant llega con el pequeño Simoncito en brazos.
--ya se pueden ir.
Lucas va a agarrar el bebe pero Simón no se lo permite. Mira a Lucas con rencor y dice:
--¡No toques a mi hijo¡
Simón mira a los ojos al pequeño y se calma por él. Lo protege con sus brazos. No dice nada. Sólo sigue a Lucas. Se van en su auto. Thiago los observa roto de dolor. Llega a su apartamento. Lo destruye todo. Da patadas a su alrededor, puñetazos. Tira jarrones, vasos, adornos. Entra en el dormitorio, se desgarra por dentro al ver la cunita. Cae al piso llorando sangre. Simón acomoda al pequeño en una cuna que les ha dejado el hotel. Lucas lo abraza por la espalda.
--¡eres mio, eres mio¡ --jadea ansioso.
Lucas lo va desnudando y Simón siente asco. Mientras Thiago llora a los pies de la cunita de su bebé, Simón llora mientras Lucas lo hace prisionero de su cuerpo una vez más.














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