martes, 19 de octubre de 2010

Capitulo 34


















A primera hora de la mañana Justina es sepultada ante el dolor de Thiago. La madre de Simón se ofrece, aunque no muy conforme a quedarse con el pequeño. Así Simón puede acompañar a su amado en ese duro trance. Simón se ha mantenido al margen pero al entierro ni puede ni quiere faltar. Todo es muy triste. León y su padre son los únicos que acompañan a Thiago que está al lado de Simón pero manteniendo las distancias. Simón sabe que tienen a la prensa encima y no quiere la prensa especule sobre él y Thiago en especial por Pablo. A Simón le duele que no todos sus primos hayan querido acompañar a Thiago en esos momentos difíciles para él.
--No sé que tienen en contra de él –dice Simón para sí—él tampoco fue culpa suya lo que pasó y en momentos como esos hay que olvidarlo.
Thiago no deja de llorar, Simón le acaricia la mano con disimulo. Le parte el alma verlo mal, quisiera abrazarlo con todas sus fuerzas pero tampoco se atreve. Un momento especialmente dramático es cuando el padre de León quiere ver los restos que había en esa tumba antes de ser depositados de nuevo en ella. Revuelve en la bolsa que está llena de huesos. Agarra entre sus manos un cráneo que pertenece posiblemente a la madre de Thiago que es la última en haber ser enterrada. Thiago casi desvanece, Simón lo sostiene con fuerzas.
--¡guarda eso¡ --exige Simón señalando los huesos
Si para Simón ya es fuerte ver esos restos ya imagina lo brutal que debe ser para Thiago. Aunque le da asco, es León quien saca el cráneo de las manos de su padre.
--No hagas tonterías, viejo.
El ataúd es bajado a la tumba y encima la bolsa con los huesos. Thiago no puede más y cae de rodillas llorando amargamente. Simón está temblando, le estremece el enorme dolor de su amado. Ya no le importa nada. Se arrodilla tras él y lo abraza por los hombros. Lo besa cariñosamente en el cuello. Le habla muy amoroso:
--tranquilo, mi amor. Yo estoy a tu lado. Voy a estar contigo siempre.
A Simón sólo le importa Thiago y no se preocupa de tener a los fotógrafos encima, pendientes de ellos. Thiago está derrotado por el dolor.
--porque ella y no yo –no deja de repetir.
A Simón se le parte el alma.
--No digas eso, mi amor.
--Yo no hago falta, ¿¿qué va a hacer Simoncito sin su madre?
Thiago habla con mucha amargura, Simón está impresionado. Daría parte de su vida por ahorrarle a su amado todo ese dolor. Lo ayuda a levantarlo y se abrazan con fuerza.
--Mi amor, yo te necesito. Si tú me dejaras yo me muero. Me muero.
Simón habla desde su corazón, desde lo más hondo de sus entrañas. Thiago no dice nada pero permanece aferrado a Simón y no se aparta de él. Contemplan juntos como el cemento cubre para siempre a Justina y abandonan el cementerio juntos.

Pablo ha ido a desayunar. En un bar, ve algunas imágenes del entierro. Se le atragante el dulce que come cuando una voz en off comenta:
--tenemos las imágenes que evidencia la reconciliación de Simón y Thiago.
Se ve a Simón y Thiago saliendo juntos de la casa con el bebé, yendo a la casa de la madre de Simón y luego lo cariñoso que Simón ha sido en el entierro. A Pablo se le llenan los ojos. No acaba su desayuno y acaba abandonando el lugar.

Simón y Thiago están en la casa de la montaña. Se han dado una ducha pero han mantenido las distancias. Los dos desnudos en la ducha pero sin sexo. Salen los dos desnudos. Se secan el uno delante del otro. Hablan tranquilamente. Aunque le encanta el cuerpo desnudo de Simón, Thiago ahora tiene otras prioridades.
--Dime una cosa, ¿volvimos? –pregunta Thiago con timidez.
Simón no dice nada. Sólo sonríe. No quiere aumentar la angustia de Thiago pero hasta él mismo no acaba de creerse que estén nuevamente juntos. Thiago sigue hablando:
--Anoche fue tan especial, hablamos mucho pero no nos dijimos nada.
--Si creo que es la primera vez que estamos juntos en la noche sin hacer el amor.
--No iba a abusar de ti, además he cambiado. No me importa el sexo.
Simón lo acaricia con cariño:
--Nunca pensé que te escucharía decir una cosa así
--Lo único que me importa es tu amor... ¿lo tengo?
A Thiago le tiembla la voz. Teme la respuesta. Simón sonríe. Lo acaricia:
--tú sabes que sí. Mi amor siempre ha sido tuyo. De eso no me cabe ninguna duda. Y tú tampoco debes dudarlo.
--Yo no lo dudé pero es que me lo ponías muy difícil, sé que te traté feo pero...
Simón no lo deja continuar. Le pone la mano en la boca. Ambos vibran por estar juntos, por tocarse.
-- me tienes que perdonar, tú lo pasabas mal y yo era feliz con otro.
--Era tu derecho.
--te esperé mucho.
--Lo sé.
Ambos se hablan con mucho cariño.
--¿estamos juntos?¿somos novios?
Thiago se muestra ansioso y Simón lo mira dulcemente. Lo acaricia:
--después de todo lo que hemos vivido novios es demasiado poco.
Eso no responde a la pregunta de Thiago que siente que el corazón se le va a salir del pecho.
--pero hay o no hay reconciliación?
Thiago ya no puede más con la angustia. Simón sonríe amoroso y dice:
--¿Y tu que crees?
Simón le guiña el ojo. Thiago sonríe. Le duele la muerte de su hermana pero es feliz al lado de Simón. Se acarician y se besan felices.Simoncito llora. Se acercan los dos, desnudos como están, en la cuna. Thiago agarra a su sobrino. Thiago totalmente desnudo y con el bebé en brazos produce mucha ternura pero a la vez mucha sensualidad. Simón está excitadísimo pero Thiago lo que menos necesita en ese momento es sexo y no quiere ser Simón quien manche la pureza de ese momento.
--Es horrible, Tina era tan feliz. No es justo que pasen estas cosas –Thiago.
--tienes razón. Hace nada estábamos los dos hablando y ahora ella está muerta.
--la vida es una mierda.
Hablan en un susurro mientras Thiago mece amorosamente al pequeño entre sus brazos.
--al destino le gusta jugar con nosotros –Simón—hacernos sufrir. En unos segundos todo tu mundo se destruye. Mañana estamos y hoy no.
Thiago besa a su pequeño con ternura.
--Se ha quedado tan desamparado. Yo no puedo atenderlo sólo y con mis primos pues ya ves. No puedo contar con ellos.
Simón abraza a los dos.
--No le va a faltar cariño. No tiene madre pero tendrá dos padres.
Thiago mira fijamente a su amado:
--¿estás dispuesto a criar a Simoncito como si fuera hijo de los dos?
Con una mano, Simón acaricia la espalda de Thiago y con la otra acaricia la cabeza del pequeño que duerme plácidamente en brazos del desnudo Thiago. Los dos guapos amantes están desnudos con el bebé.
--Es lo que más quiero.
Ambos unen sus cabezas con mucho cariño.
--pero se supone que te vas a España ¿no?
--Si, en 3 días. Me sentía faltal yéndome dejándote a ti tan mal pero sentía que tenía que hacerlo.
--¿y qué haremos? No tengo plata, lo gasté todo en mi recuperación y tampoco tengo trabajo.
--Yo no puedo llegar a la productora y decir que finalmente no me voy.
Thiago siente una gran angustia.
--¿y entonces? ¿me vas a dejar?
Simón no le aumenta la angustia:
--sólo se me ocurre una cosa, que os vengáis conmigo...
--¿hablás en serio?
--No quieres?
--bueno pero es que supuestamente este viaje lo habías planeado para irte con el chileno para alejarte de mi.
--si fui un tonto. No hago más que cometer errores.
--todo es culpa mía.
Thiago deja al pequeño en la cuna. Abraza a Simón.
--Te amo.
--Te amo.
Se besan y se sonríen.
--¿eso es un sí?
--Obvio.
Se sonríen emocionados, cariñosos y se vuelven a besar.










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