martes, 5 de octubre de 2010

Capitulo 27


























Simón está en casa de Pablo. Acaba de llegar. Es en la mañana. La noche le gustaría que la pasaran juntos y no sabe si Pablo se lo propondrá o él se atreverá. Lo desea desde el primer instante en el que lo conoció y no cree poder esperar tanto. Le sorprende ver que no están solos. Hay unos amigos que Pablo ha hecho venir para no caer en la tentación. Le gusta Simón pero no quiere que parezca rápido. Hacen un partido de basket. Tanto a Pablo como a Simón les cuesta mucho disimular la atracción que sienten el uno hacía el otro. Los movimientos que hacen, el bulto delantero que se remarca, el trasero… tiene encendido tanto a Simón como a Pablo. Cada vez se desean más. Durante el partido Pablo se saca la camisa, Simón casi se derrite. Pablo desea hacer el amor con Simón pero recién se están conociendo y no quiere estropear las cosas. Simón está ardiendo pero Pablo es una nueva ilusión, una posibilidad de volver a amar y no quiere que el chico piense que sólo busca sexo. Al fin se quedan solos. Los amigos de Pablo se van yendo. Simón no se atreve a moverse, Pablo se acerca a él con la camisa en la mano. Espera poner lo suficientemente cachondo a Simón para que no se le resista.
--¿qué tal?
Simón no contesta, sólo sonríe. Está demasiado hechizado por la belleza espectacular del chileno.
--voy a cambiarme, estoy sudado. Ven conmigo y así me das conversación --dice el anfitrión.
Pablo se adelanta. Simón no es capaz de decir nada. Le excitan las arrugas que se le hacen a Pablo en el trasero. Lo tiene pequeñito pero esas arrugas que se mueven enloquece a Simón. Pablo se lo lleva a su habitación. Los dos están tensos, los dos desean que sea el otro el que tome la iniciativa. Pablo se muestra tranquilo. Le señala la cama.
--siéntate, ponte cómodo.
Simón se sienta en la cama. Pablo se desnuda en el baño pero deja la puerta abierta y la cama está enfrente. Simón ve a Pablo desnudo de espaldas y luego en la ducha. La ducha es transparente y Pablo está de frente. Ahora sí el cuerpo de Pablo no es ningún secreto para Simón. Pablo le provoca con ese frontal, tocando sus genitales, llenándolos de jabón. Simón traga saliva. No respira, no se mueve. Tiene la vista clavada en los bellos genitales de su anfitrión. Es algo que le gusta y mucho. Pablo frota esa parte genital con más esmero que otra. Luego se da la vuelta para que Simón vea como se enjabona el culo. Son las partes que más llenas de jabón están. Simón se toca el pantalón. Tiene la verga dura, amenazando con reventar el pantalón. Se pone las manos porqué le da pena que Pablo se dé cuenta. Pablo sale desnudo y mojado. Se va secando con la toalla. Desde la habitación, Simón lo mira con deseo. Pablo siente el deseo ardiente de Simón. No tiene dudas, Simón desea lo mismo que él. No tienen porque frustrarse más.
--¡eh, tú¡
Simón se queda inmóvil en la cama temiendo que Pablo se haya sentido molesto pero Pablo le guiña el ojo. Le sonríe y muy cariñoso dice:
--ven aquí.
Es la señal que Simón estaba esperando. En dos segundos está ya desnudo. Corre hacia él. Se sonríen. Se abrazan. El uno ha flechado al otro. Se desean. Simón le abraza por el cuello y Pablo le agarra las nalgas directamente.
--ven conmigo –le dice Pablo muy sensual.
Se meten en la ducha. Simón lo besa por el cuello, detrás de las orejas. Se desean pero aún no se conocen demasiado y no se atreve a besar sus labios. Aunque tiene su cuerpo en su poder siente que los labios es algo más comprometido. Va bajando, le come los pezones. Simón se arrodilla y sin más preámbulos le come la verga a Pablo. Se la mete entere y Pablo sonríe satisfecho. Luego Simón le chupa los huevos con intensidad. De nuevo traga esa gorda verga mientras se masturba. Es Pablo quien se saca la verga de la boca de Simón. Lo golpea con ella y de nuevo se la mete en la boca. Simón chupa con intensidad. Se la come mientras le acaricia el pecho. Luego suelta esa deliciosa verga. Empieza a chuparle el ombligo, a subir. De nuevo los pezones, lo besa por detrás de las orejas. Luego es Pablo quien se arrodilla y se la va mamando a Simón a la vez que él se masturba. Luego sin dejar de chupársela al satisfecho Simón pone sus manos en el trasero de Simón, aprieta con fuerza mientras va tragando la verga de Simón. Se levanta. Simón lo besa en el cuello. Salen los dos muy juntitos. Simón va secando a Pablo con la toalla con mucho cariño. Luego se seca él. Pablo y Simón se miran mientras se masturban frente a frente. Luego Pablo empuja a Simón, culo en pompa apoyado en la bañera y le lame todo el culo.
--si, sí… todo el culo… chupámelo. Me gusta mucho –jadea Simón mientras se va masturbando.
Y Pablo lame esa raja a consciencia.
--que bien comes el culo…
Luego Pablo se calza. Se sienta en la bañera. Mira a Simón muy sensual y le dice:
--siéntate.
Simón se sienta clavándose la gorda lanza de Pablo. Ambos se retuercen de placer. Simón no se mueve, todos los movimientos los hace Pablo.
--despacio, Pablo, despacio –jadea Simón mientras se agarra al grifo.
Pablo se levanta, terminando la penetración pero aún la tiene muy dura. Se miran muy sensualmente. Ambos se han acoplado perfectamente. Simón llevaba meses sin tener sexo y lo está disfrutando y mucho.
--espera, ven aquí –gime Pablo.
Simón es un muñeco en las manos de Pablo pero así ambos gozan y mucho. Pablo apoya a Simón contra la pica del baño. Simón culo en pompa y Pablo se la mete. Simón se ha estado masturbando y gime ya que se viene. Pone cara de salvaje. Pablo aún tarda un rato en explotar.
--me vengo, me vengo… oh.. oh…
Saca la verga, tira el preservativo y luego se la frota en la espalda de Simón limpiándose bien. Se miran y finalmente unen sus bocas. Se besan ardientemente. Están agotados. Caen sobre la cama.
--estoy agotado –jadea Pablo.
--¿lo hacemos otra vez? –Simón.
--¡oye como se nota que el activo soy yo¡ --se queja sorprendido y divertido.
Se sonríen y se besan con mucho cariño.

Días después, el romance de Pablo y Simón es la noticia del momento. Ignacio sabe de ellos por los reportajes que les hacen. Se muestran felices. Simón parece haber dejado el pasado atrás. Ignacio está decepcionado Simón no le vuelve a escribir y lo trata como a un fan más y es que Simón está como hechizado por Pablo. Aunque no viven juntos, Simón se la pasa metido en el apartamento de Pablo. Se muestran como una pareja normal. Cuando lo mira a los ojos, cuando hacen el amor, se olvida de todo pero a solas los recuerdos de Thiago lo atormentan. Sus ojos de llenan de lágrimas. Es una herida que aún duele.
--¿¡porqué no te puedo olvidar?
Simón nunca ha podido amar a otro, aunque ha hecho su vida a parte de Thiago, Thiago siempre ha estado ahí. Simón se da golpes en el pecho:
--¡Me lo voy a arrancar¡ ¡¡Thiago ya no es nada en mivida¡
Y Aunque le duele mucho, Thiago es el pasado.
--¡Ya no es nada mío, Pablo es mi presente y mi futuro¡
Quisiera que Pablo le propusiera vivir juntos para así no tener oportunidad de pensar en Thiago que es lo que hace cuando está solos pero como llevan poco tiempo juntos tampoco se atreve. Llaman a la puerta. Son unas enormes rosas rojas. No hay nadie. Las rosas están en el piso con una tarjeta de Pablo: Nunca olvides que te amo. Simón sonríe. Thiago está aún en su corazón pero lo que siente por Pablo es muy parecido al amor. Se abre la puerta del ascensor y ahí está Pablo con una sonrisa entre dulce y pícaro. Simón lo agarra de la remera. Se lo lleva hacía él. Se sonríen y se besan ardientemente. Simón lo mete en su apartamento, en su cama en donde hacen fogosamente el amor.

Semanas después… Pablo lleva a Simón hasta el set de grabación en el auto de Simón. Simón lo besa desde fuera del auto.
--¿nos vemos para comer?
Simón hace que sí con la cabeza. Pablo se aleja y Simón va entrando.
--Hola Simon.
Es una voz que lo paraliza. Está detrás de él. Se estremece incluso tiene miedo de girarse para comprobar que es una alucinación. La voz sigue hablando.
--Mirame Simon.
Y Simón se gira con miedo y ahí está Thiago de pie. Thiago camina con normalidad. Está totalmente recuperado. Thiago lo mira y le sonríe como si no hubiera pasado el tiempo. El corazón de ambos late con fuerzas. Por muchos meses, Simón esperó ese momento pero cuando finalmente se había convencido que no iba a volver ahí está. Simón se lleva las manos a la cara, tapándose los ojos. Es como si no quisiera aceptar la realidad. Thiago le agarra de las manos apartándoselas para que lo mire. Sonríe dulcemente y dice:
--Simon, volví.
Simón está como en shock. No dice nada. Thiago sonríe enamorado y dice:
--volví para recuperarte.
Lo abraza y Simón se derrite. Sus labios se acercan.




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