jueves, 14 de octubre de 2010

Capitulo 32












Simón ha estado pensando en su situación y, aunque está muy aturdido, Simón tiene claro que es la mejor salida. Cree que poner tierra entre Thiago y él es lo que le hace falta. Así Simón podrá seguir con su vida al lado de Pablo, una vida tranquila, sin los sobresaltos a los que le tenía acostumbrado Thiago. Y Thiago, lejos de Simón, se dará cuenta que lo ha perdido para siempre y lo olvidará. Almenos eso piensa Simón. Y ese pensamiento hace mucho daño a Simón pero siente que no hay de otra. No le gusta sentirse presionado y se tenía alguna duda sobre irse o no éste desaparece con la nueva visita insistente del desesperado y enamorado Thiago. Thiago le suplica y aunque le cuesta mucho no caer en sus brazos, Simón se aferra a todo lo que ha sufrido con sus infidelidades y lo mucho que lo ha querido Pablo.
--Buscate a otro que sí pueda hacerte feliz.
Muy amoroso pero desolado Thiago le dice:
--Sabes que sólo te he amado a ti y que con otro sólo ha habido sexo. Y ahora ni eso. Desde el accidente no me apetece estar con nadie más. Sólo con vos. Vivo por y para vos.
Sus palabras llenas de amor y tristeza conmueven a Simón pero no le hacen desistir.
--Mereces ser feliz y a mi lado nunca lo serías.
Thiago se desespera. Se lleva las manos a la cabeza.
--¿¡¡pero cuando vas a decir tantas boludeces?¡ ¡¡No te das cuenta que sos mi vida¡?
Simón tiene ganas de llorar pero con su divorcio considera que su historia de amor con Thiago ha llegado a su punto y final y que tratar de rescatarla sería un error, que sólo les haría más daño.
--Desaparece de mi vida... para siempre.
Thiago se siente derrotado. Acaba vencido. Se da la vuelta todo triste.
--Thiago...
Aunque la voz de Simón suena triste, Thiago se gira lleno de ilusión. Simón traga saliva y le dice con la voz rota:
--te deseo toda la suerte del mundo.
Thiago sale y Simón cierra la puerta. Cae en el piso llorando amargamente. Tiene el corazón roto. Thiago se encierra en su auto, golpea el volante. Llora. Tiene el alma deshecha. Simón se levanta, se traga las lágrimas.
--Pablo es mi futuro...
Quiere aferrarse a su chileno para olvidar pero le cuesta mucho. Va hacia la ventana. Abre minimamente la cortina y ve a Thiago llorando en su auto. Una parte de él quiere ir a echarse en sus brazos, volver a empezar pero no lo hace. Thiago es el hombre que más lo ha amado pero también quien más le ha hecho sufrir.
--Es un buen hombre, espero que sea feliz.
Aunque está desgarrado por dentro, Simón se aleja de la ventana. Mira el retrato de Pablo. La paz que le da el chileno es lo que desea. Vivir una estabilidad serena y tranquila.
--Pablo me hará feliz.
Aunque le duele dejar el pasado atrás está convencido que es lo mejor.




Esa misma tarde, Simón y Pablo están desnudos en la cama. Han hecho el amor. Simón lo ha querido tener contento para decirle a Pablo.
--Me han llamado de la productora. Salimos para España en una semana.
Pablo no se toma muy bien la noticia.
--¿España?¿porqué tan lejos?
Simón piensa en que cuánto más lejos mejor.
--es que es un proyecto muy importante. Será un lanzamiento bueno para mi carrera.
--¿y cuál es el papel?
Se hace un silencio. Pablo se da cuenta que lo de la novela es una excusa, que no tiene idea de qué papel le han dado y ni le importa. Simón no le da tiempo a decir nada.
--¿te imaginas vivir en Europa? ¡¡es un sueño realidad y tú y yo viviendo juntos, siempre juntos¡ ¿no te parece?
--si pero ¿y yo de qué voy a vivir?
Simón se muestro amoroso:
--Eres mi pareja, no tiene de malo que yo te mantenga. ¿es que no quieres estar todo el día pendiente de mí?
--si pero es que no quiero ser una carga.
--tú nunca serás una carga, eres lo mejor que me ha pasado.
Simón habla con entusiasmo para creérselo, para tratar de convencerse así mismo. Le cuenta todas las ventajas del cambio de continente para convencer a Pablo pero en realidad se tiene que convencer así mismo. Pablo no queda muy convencido y Simón, aunque no tiene ganas, se muestra seductor. Confía en que una vez lejos de Thiago todo vuelva a ser como antes entre su chileno y él.
--Sé que te adaptaràs muy bien –le dice Simón.
Pablo acaricia la mano de su amado.
--Si tú necesitas este cambio lo haremos. Si tú estás mejor esto nos beneficiarà a los dos como pareja.
--No te quiero hacer daño pero es que es lo que quiero.
Pablo besa a su amado. Se le pone encima.
--Yo estaré bien.
Y sonríe para olvidar que simón está triste.
--he leído mucho sobre España, es un país que siempre he querido conocer.
Y Pablo le va hablando de todo lo que sabe sobre ese país para tratar de distraerlo pero Simón, con su cabeza apoyada en el torso desnudo del guapísimo chileno, no lo escucha. Sus pensamientos están con Thiago. Estando cerca de Thiago no puede dejar de pensar en él, no puede concentrarse en otra cosa, tiene mucha ansiedad. Necesita alejarse. No quiere verlo, no quiere saber de él pero lo añora cuando no sabe de él.
--lejos lo olvidaré –dice para sí.
Pablo acaricia los cabellos de su amado. Su voz es càlida y aunque no escucha lo que dice, a Simón lo relaja. Le hace bien. Pablo no puede evitar que se le escape alguna lágrima. Le duele saber que su pareja está sufriendo y él no puede ayudarlo. A Simón le da pena dejar su país pero no quiere pensar en eso. No tiene tiempo igual. En una semana tiene que estar en España y tienen que organizar el traslado tanto él como Pablo como locos. La mudanza no será un gran problema porque comprarán casi todo allá pero tiene trámites que resolver.

Simón pasa toda la noche en casa de Pablo. Sólo a medio día Pablo lo deja solo porque tiene que arreglar unos asuntos. Es cuando Simón va a su casa y se encuentra un ramo de rosas rosadas que Thiago le ha dejado con una nota: no te vayas.
Es una súplica desesperada. Simón toma el ramo, entra en el apartamento. Se sienta en el sofá. Huele las rosas y llora.

Para tratar de distraerlo, Justina convence a Thiago para que vayan a dar un paseo con el pequeño.
--¡mira esa tienda, que ropa tan linda para Simoncito¡ --dice Justina.
--no, que fastidio... –dice Thiago.
Él mira a su sobrino:
--¿a qué tu prefieres quedarte con el tío?
Thiago toma al bebé en brazos y habla como si fuera el pequeño:
--No, mami, no me gusta ir de compras...
Luego con voz de adulto dice:
--Haremos una charla de hombres.
Justina besa a su hermano, besa a su hijo.
--ahora vuelvo.
Ella cruza corriendo, está apurada. No quiere tardar, Thiago estaba jugando con el pequeño. Un frenazo le hiela la sangre. Gritos, desesperos.
--¡no la vi, cruzó corriendo¡
A Thiago se le congela la sangre, un microbus ha atropellado a su hermana..

Con la mirada herida, al anochecer, Thiago se presenta en casa de Simón con el bebé en brazos. Simón lo ve tan mal que lo toma al pequeño entre sus brazos mientras que Thiago llorando
--¡¡mi hermana se muere¡¡¡tengo que ir al hospital¡ ¡¿te puedes quedar con Simoncito?
--si claro.
Thiago está conmocionado, Simón no es capaz de decir nada. Sólo recibe al pequeño. Thiago se va corriendo. Han pasado muchas cosas entre ellos, Justina lo echó del hospital pero en ese momento recuerda más a la Justina que iba a ceder su vientre para que él y Thiago tuvieran un hijo. Nunca le deseó mal ni a ella ni a Thiago.




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