viernes, 27 de agosto de 2010

Capitulo 6



Simón llora solo en la puerta del Registro Civil.
--¿porqué me hiciste esto?
Está desesperado, convencido que su amado le tomó el pelo, que no vendrá. Dolido y herido se dispone a irse.
--Te ibas?
La voz de Thiago le hace vibrar. Simón se gira y lo abraza angustiado.
--¡mi amor¡
Simón está nervioso y la sonrisa dulce y tranquila de Thiago aún lo desespera más.
--¡¡Thiago dónde estabas? El juez se va, di no te quieres casar pero no juegues conmigo¡¡
Thiago lo calla con un beso.
--El juez nos espera…
Simón va a entrar pero Thiago le agarra del brazo y lo lleva por otra dirección.
--¿Dónde vamos, Thiago?
Simón se muestra ansioso, angustiado pero Thiago no deja de sonreír dulcemente:
--Si te tengo que volver a besar no vamos a casarnos nunca… ¿puedes confiar en mi?
--Pero…
Thiago lo mira regañón y Simón se calla.
--así me gusta --dice Thiago cariñoso y sonriente.
Le tapa los ojos con un pañuelo. Simón se pone en las manos de su amado nervioso y emocionado.

En ese mismo momento, Estefanía sale con la compra. El semáforo está en verde pero justo en el momento que va a pasar ella se cruza una moto a gran velocidad. Es un adolescente rubio. Va muy rápido y no lleva casco.
--¡¡que haces niño¡
Por el susto a Estefanía se le ha caído la compra. Le tira cosas al motorista.
--¡imbécil¡ ¡¡almenos discúlpate¡
El guapo adolescente de apenas unos 15 años para la moto. Es muy guapo. La belleza del joven no pasa inadvertida en la chica. Le gusta que se pare, la mire pero el chico no piensa disculparse. Se ríe y le dice:
--¡calla vieja¡
El adolescente se va con su moto a gran velocidad dejando a la chica casi en shock.
--¿vieja?¿como que vieja?
El adolescente ha desapareció y Estefanía está sofocada.
--vieja, me llamó vieja… ¡¡cómo te vuelva a ver te vas a enterar¡

Con cuidado, Thiago conduce a Simón hasta la caseta de un albañil.
--venga, desnúdate.
Simón se quita la venda de los ojos.
--¡¡¿qué broma es esta?
Simón está alterado. Thiago sonríe.
--Nos tenemos que poner esto.
Son dos trajes blancos iguales.
--Esto es necesario? –dice Simón—el juez nos espera.
--¡que espere, tú vas a tener la boda que mereces¡
--pero se nos va a pasar el turno! –Simón nervioso.
--Calla y vístete –Thiago cariñoso.
Simón iba a hablar pero Thiago lo mira divertido:
--¿quieres que te bese? –dice como si fuera algo malo.
Simón resopla y se empieza a desnudar.
--¡Estás loco¡
--pero por ti…
Mientras se quedan en bóxers hay miradas de amor y complicidad entre la pareja.
--¿hasta cuándo vas a seguir con este juego? –Simón.
--No es un juego. Es nuestra boda.
--¿pero cómo?
Thiago sonríe seductor. Le gusta hacerse el misterioso.
--Tú hazme caso a mí.
--ya pero es que las cosas no se hacen así.
--No hay que ser tan formalista. Tendremos nuestro certificado de casamiento pero a mi manera. No me vale una triste boda. Estas cosas son formas de darle sentido a la vida…
--Perfecto –Simón confiado.
--Boda entonces… a mi modo?
--Obvio –Simón contento.































Se visten entre risas, miradas de amor. Son felices. Thiago ayuda a Simón a abrocharse la camisa mientras Simón se abrocha los pantalones. Asiente con la cabeza. Se sonríen, se gustan como están. Se guiñan el ojo. Se miran con cariño y con complicidad. El uno es un reflejo del otro. Ambos con la misma sonrisa y mirada de amor. La misma ropa.
--parece que lo tuvieras todo preparado.
--te juro que no –dice Thiago con cara de que le ha costado mucho organizar todo lo que ha planeado en solo media hora.
Simón le acaricia la mejilla dulcemente.
--gracias.
--Es lo que te mereces.
Están apunto de salir, Thiago le agarra del brazo. Lo abraza.
--gracias por perdonarme.
Simón solloza:
--te amo.
Justo en la puerta, Thiago agarra el pañuelo.
--¿Otra vez? –Simón con cara de fastidio.
Thiago le guiña el ojo pícaro y divertido dice:
--si no no hay boda…
Simón se deja manejar. La caseta está situada en un parque en obras. Thiago ha hecho todo un caminito de pétalos de rosa.
--¡espera y no te saques la venda hasta que diga¡
Thiago corre hacia el final del camino en donde está el juez que se ha ceñido a la locura de Thiago y alguno de los albañiles que serán los testigos.
--¡Ahora¡
Simón se saca la venda pero la señal de Thiago no era sólo para él. Uno de los albañiles empieza a cantar y tiene linda vez. Otro toca la armónica. Simón no puede evitar llorar mientras que Thiago lo espera emocionado. Simón recorre el camino de flores. Thiago le agarra de la mano. Suspiran.
--Estamos acá…
Simón incrédulo. Finalmente sí tendrá la boda que siempre soñó. Simón está temblando. Llora.
--¿tú hiciste esto por mi?
Thiago le acaricia la mejilla. Es muy cariñoso:
--esto es lo más parecido a la boda de tus sueños.
Thiago está muy sonriente. Simón no deja de llorar. Casi no le sale la voz.
--esta es la boda que he soñado toda mi vida.
Thiago mira al juez.
--Juez, gracias por todo. Ahora podemos empezar. – a Juez.
--bueno, empezamos –Thiago a Simón.
La pareja permanece de pie. En todo momento están agarrados de la mano. No dejan de mirarse con amor. Apenas escuchan al juez pero alto y claro y muy felices ambos dicen aquello de ¡Si, quiero¡ Mientras se besan firman los dos testigos, el libro apoyado en unos ladrillos. Finalmente el juez les entrega la libreta de casamiento. Thiago es el que agarra el libro.
--¡mi esposo... eres mi esposo...¡
Se acarician, se besan. El juez los felicita:
--les deseo que sean muy felices...
Simón mira a Thiago y dice:
--lo seremos...
Thiago mira a Simón enamorado y susurra:
--mi esposo... eres mi esposo... suena a música celestial...
--te amo... –Simón.
--te amo... –Thiago.
--Pero te faltó un detalle –Simón..
--¿el qué? –Thiago.
Simón saca las alianzas que se iban a entregar el día de su boda por la iglesia. Thiago la mira lloroso:
--perdóname por estropear las cosas...
--ya nada importa... Soy tu esposo... eres mi esposo --dice Simón poniéndole el anillo.
--para toda la vida...
Thiago le entrega el anillo con un beso.
--con este anillo te digo que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Te juro que nunca volveré a hacerte daño.
--Pongo mi vida a tus manos –Simón.
--la voy a cuidar más que a mi vida.
Los novios están muy emocionados. De los ojos de ambos salen lágrimas.
--tu amor me llena de fuerzas, me hace feliz –Simón.
Los ya esposos se acarician y se besan ante los aplausos del juez, de los albañiles.






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