miércoles, 13 de octubre de 2010

Capitulo 31





Simon le suplica a Leon:
--Me está ahogando. No me deja ni respirar. Parece que Thiago no quiere comprender que cuando digo no es no.
--Es que te ama tanto.
León le habla tranquilo, como si fuera su hermano pero Simón se muestra alterado. Mueve mucho las manos. Se las lleva a la cabeza.
--¡No puede ser y no puede ser¡ ¡Si él no se hubiera comportado como lo hizo, si no me hubiera apartado de su vida ahora seríamos felices, la culpa es de él¡ ¡¡Pues que se conforme¡
León le mira con cariño:
--Pero Thiago lo estaba pasando muy mal.
Simón lo sabe pero ya se había acostumbrado a vivir sin él y ahora nada puede ser como antes.
--¡¡Es que me desespera¡ ¡Yo quiero vivir sin sobresaltos y Thiago no me deja ¡¡no lo quiere entender¡
A León le duele la decisión de Simón:
--Si tú hubieras tenido que luchar para no quedar en una silla de ruedas entenderías a Thiago.
A Simón le duele saber que su amado lo pasó mal pero tampoco fue fácil para Simón vivir sin él:
--Lo siento, las cosas se dieron así y no las quiero cambiar. No vuelvas. Me duele demasiado.
--Eso es porque lo amás.
--ya no insistas.
Muy amablemente, Simón echa a León de su apartamento. El adolescente se va muy triste. Simón se queda alterado. No deja de pensar en Thiago, en todo lo que vivieron. En su chileno, todo iban tan bien con Pablo…
--¿Por qué tuvo que volver Thiago?
Simón está muy angustiado. Si no lo amara a Thiago no sería un problema pero lo ama y eso lo lastima.

Thiago espera en el auto a León. El chico baja del apartamento triste. Thiago ya sabe cual va a ser la respuesta.
--No te preocupes, enano.
Thiago le habla con mucho cariño, se muestra sonriente pese a que está muy triste. León se sienta a su lado.
--Simón la está pasando mal, deberías dejarlo ya.
--¿crees que no me ama?
--Te ama.
Thiago sonríe. Pone su mano en la pierna de su primo. Se muestra fraternal. Guiña el ojo:
--entonces no lo voy a dejar.
León mira a su primo preocupado. Thiago suspira enamorado.
--Me va a perdonar aunque sea por cansancio.
Thiago no pierde la sonrisa pero se ha quedado decepcionado porque esperaba que Simón se le diera más fácil pero no se da por vencido.




Al día siguiente, Simón se encuentra otro obsequio de Thiago. Un ramo de rosas verdes: ”Nunca perderé la esperanza” –dice la nota de puño y letra de Thiago.
Simón ha decidido no escuchar a su corazón. No importarle que sangre. Pablo es su futuro y Thiago el pasado. Arruga la nota y la tira en el primer contenedor que ve. El ramo queda abandonado en el vestíbulo del edificio. Simón toma una decisión trascendental. Va a hablar con la productora para la que trabaja.
--¡quiero abandonar el país, quiero trabajar en una de las novelas que se hacen en el exterior¡ ¡No me importa el papel¡
--pero te necesitamos acá...
--¡No puedo seguir en la novela, me voy¡ ¡¡ustedes deciden si cambio de productora o no¡
Simón nunca ha querido aprovecharse de su fama pero ahora necesita alejarse de Thiago. Puede hacerlo aunque no sea por trabajo ya que tiene ahorros pero prefiere que sea por trabajo ya que eso lo distraerá más.
--¿estás seguro? –le preguntan.
Simón tiene la mirada perdida. Se siente herido de muerte. Sin Thiago la vida no es igual. Con Pablo había vivido una pausa, había tenido la fantasía que podía ser feliz pero ahora se da cuenta que su única felicidad es Thiago pero aunque lo ama de una manera loca no le parece justo para Pablo.


El chileno va a buscar a Simón para comer.
--¿mi amor?¿porqué no me esperaste en la mañana? –le dice Pablo besándolo.
Simón acepta el beso de su novio pero se muestra frío.
--tenemos que hablar.
A Pablo se le borra la sonrisa del rostro. Es el final. Viene esperando ese momento desde que supo que Thiago había aparecido pero le duele, le duele mucho.
--voy a trabajar al exterior y quiero que vengas conmigo.
Pablo se queda muy sorprendido. No esperaba eso.
--¿¿cómo?¿dónde te vas?
--aún no me lo han confirmado pero quiero alejarme de la ciudad.
Pablo es muy cariñoso con simón. Le duele ver sus ojos tan tristes.
--Tienes una mirada muy bella con brilla con luz propia pero ahora está apagada y no me gusta.
Simón se aparta de él. Se muestra algo frío.
--¡Estoy apurado¡ ¿te vendrías conmigo?
Pablo le agarra la mano. Se la besa.
--Huir no es la solución.
Simón, alterado, se lleva las manos a la cabeza.
--¡Yo no estoy huyendo de nadie¡
--Huyes de Thiago –le dice cariñoso.
--¡Si buscas excusas para dejarme, para no venir conmigo decilo¡ ¡¡pero no metas a Thiago¡ ¡¡él no tiene nada que ver con esto¡
--Yo no quiero dejarte ¿y tú?
Simón actúa con demasiada violencia, dice que no pero en realidad es un sí pero Pablo lo ama demasiado como para dejarlo libre.
--¡No¡ no entiendes nada, quiero estar contigo, quiero que vengas conmigo¡
--pero ¿y mi trabajo? –Pablo.
--¡a ti no te gusta ese trabajo¡
Pablo no se toma demasiado bien este cambio de ciudad pero Simón se siente demasiado alterado teniendo a Thiago a su lado.
--Es por mi trabajo, me necesito alejar cambiar de aires y si es contigo sería mejor. Sé que es lo mejor para nosotros.
Pablo hace que le cree, que no se da cuenta que es por Thiago. Piensa que tal vez así puedan alargar el sueño un poco más.
--Está bien... Haré lo que tú quieras.
Simón le sonríe pero con amargura.
--¿donde vas ahora?
--Tengo trabajo.
Simón se va sin ni siquiera besar a Pablo. El chileno no le suelta la mano:
--¿no me das un beso?
Simón fuerza una sonrisa. Le da un rápido beso y se va. Pablo lo mira con angustia.
--Te estoy perdiendo, mi amor. Te estoy perdiendo.
Simón en su camerino no puede evitar llorar. Se quiere hacer creer así mismo que es por dejar su ciudad cuando lo que le duele es su decisión de no volver con Thiago.
--Tampoco será para siempre, sólo hasta que Thiago se resigne a que me ha perdido para siempre –se dice así mismo como si fuera el cambio de país lo que le duele.
Simón tiene un caos mental. Ama a Thiago pero no quiere dejar a Pablo. Sabe que Thiago no se va a rendir y que tiene que hacer algo definitivo para apartarlo de él. Ya que Thiago no respeta el que tenga novio pues poner tierra de por medio es lo único que se le ocurre. Está muy confundido y sabe que un cambio de aires es lo que mejor le sentará.

Esa misma tarde, a través de su pàgina web, Simón anuncia que deja la novela y que abandona el país. No tarda en venir Thiago lloroso y con una rosa en la mano.
--¡Vete¡
Simón se muestra duro aunque por dentro se derrite. Thiago le habla con mucha tristeza.
--almenos aceptame la flor.
Simón se la agarra. Sigue frío. Tiene la mirada como congelada.
--Gracias –dice Thiago dulcemente.
--¡Ahora vete¡
Simón parece un muñeco. No mira a los ojos a Thiago. Éste le pone la manos en las mejillas. Con lágrimas en los ojos le suplica:
--No te vayas, no me dejes. Sin ti me muero.
Simón tiene un nudo en la garganta. Quiere decir sí pero siente que tiene que decir no.








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