viernes, 24 de septiembre de 2010

Capitulo 23






Simón está muy triste por lo que le pasa a su amado, porqué Thiago lo ha rechazado de su lado y porqué Justina lo ha echado de la habitación. Simón llora, sufre. Está desesperado.
--¿Porque me tratas así…? –le reclama a su cuñada.
--¡te dije que no entraras¡ --Justina.
--¡pero es que nadie me dice nada¡ ¡¡porque el doctor no dice nada¡
--el doctor habló conmigo…
--¡yo tengo derecho a saber¡¡
Justina está muy angustiada por todo lo que ha pasado últimamente y descarga su rabia en Simón.
--¡¡Thiago no volverá a caminar y es por tu culpa…¡
Esto es toda una puñalada para Simón. Le duele mucho lo que le está pasando a su amado y quisiera estar a su lado. Está muy angustiado, furioso con la vida, por esa prueba tan dura que está pasando Thiago y porque él no está a su lado.
--¿¿¡cómo que Thiago no volverá a caminar?¡¿nunca?
--bueno tal vez con una dura recuperación él…
Simón se aferra a esa esperanza. No quiere saber más.
--¡lucharemos¡ ¡¡yo voy a estar con él¡
Simón está angustiado, preocupado. Le cuesta reaccionar.
--Un momento. ¿¿porqué mi culpa?
Justina le habla con mucho rencor:
--¡¡si no lo hubieras rechazado nada de esto estaría pasando¡
Simon se lleva las manos a la cabeza.
--¡eso no es justo¡
--pero es la verdad, Thiago me contó entre sollozos. Salió decepcionado y un loco lo atropelló. Si tú no lo hubieras rechazado Thiago no estaría así.
A Simón le causa un gran dolor darse cuenta que su amado lo culpa de su accidente.
--dejame hablar con él –le suplica—Thiago no me puede culpar de eso.
Justina no se conmueve del dolor de su cuñado. Lo trata con dureza.
--dejalo en paz… ¡ya le has hecho demasiado daño¡
Simón no puede más, cae la piso llorando roto de dolor.
--Vete a tu casa y no vuelvas. Thiago ya no es tu asunto.
Justina le habla con rencor y se aleja de él. Simón se seca las lágrimas. Se levanta casi tambaleándose. La llama. Ella se gira. Espera mirándolo con dureza.
--Me voy pero mañana vuelvo. Thiago es mi esposo y lo voy a ayudar quiera o no.
--No vuelvas. Ni Thiago ni yo te queremos aquí…
--¡eso que me lo diga Thiago¡ --desesperado.
--¡ya te lo dijo, ¿no te quedo claro?¡ --le escupe.
Simón llora, se derrumba.
--¡pero yo lo amo, podemos superar esto juntos¡
--¿no que no querías nada con él?
--si no pero…
Simón balbucea. No acaba ninguna frase porque no sabe qué decir.
--¡Thiago no quiere tu compasión¡
--¡no entiendes que lo amo¡?
--¡ya es tarde, ahora es Thiago el que no quiere estar con vos¡
Justina ya no lo escucha. Se va sin dar marcha atrás. Simón está angustiado. Destrozado. Quiere seguirla, se para. De nuevo va hacia ella. Retrocede. Da una patada a la pared. Opta por irse.






Simón sale muy atormentado de la clínica. Lucas lo está vigilando desde su auto. Cuando ve que sale, entonces él abandona el auto. Se acerca a él como si el encuentro fuera casual.
--Simón, justo me enteré y vine a verte.
Simón necesita un consuelo y Lucas es el único para dárselo. Lo abraza. No sabe que les están haciendo fotos. Lucas sí lo sabe y sonríe. Es por eso que magrea mucho a Simón. Lo besa cerca del labio. Es un gesto paternal pero para la foto parece un beso en los labios. Los fotógrafos están encantados por la bomba que tienen en la mano. Lucas es muy cariñoso con Simón.
--Lo siento tanto. En serio. haces muy bien en irte. Necesitas descansar.
--me han echado.
Lucas no esperaba eso pero le viene muy bien.
--¿cómo?
--¡eso que todos me culpan del accidente¡
--¿¡pero cómo te van a hacer eso?¡
Simón no quiere dar explicaciones. Lo que necesita es huir.
--quiero irme a casa…
--si claro yo te llevo.
Simón casi no puede ni caminar. Pues menos manejar. Lucas lo tiene muy abrazado. La excusa es ayudarlo a caminar pero bien podría parecer un gesto romántico. Van hacia el auto de Lucas. Ese mismo auto que le ha pasado por encima a Thiago. Simón se deja caer en el asiento. Al lado de Lucas. Simón tiene los ojos cerrados. Quisiera dormir y descubrir que todo ha sido una pesadilla pero no puede. Llora. Lucas sonríe victorioso por lo bien que ha salido todo. Le pone la mano en el muslo. Vibra de deseo. Simón le gusta y mucho. Siente que todo lo que hace para recuperarlo merece la pena.
--Simón, ya llegamos.
Simón abre los ojos. Por unos segundos se había quedado dormido. Está algo desconcertado.
--No te quería despertar –dice Lucas dulce.
Simón mira por la ventanilla y se da cuenta que no están en su apartamento sino en el de Lucas.
--¿qué hacemos acá?
--Es que no te quiero dejar solo.
--pero…
Lucas no lo deja seguir:
--deja que te ayude. Somos amigos.
Y ahora que Simón se siente más solo que nunca, un amigo es lo que necesita y acepta esa amistad sin ver el brillo de maldad en los ojos de Lucas.
--gracias.
Lucas lo abraza.
--tranquilo. No me cuesta nada.
Lucas ayuda a salir del auto a Simón- Van saliendo abrazados. Lucas se gira hacia los periodistas que les hacen fotos. Les guiña el ojo con complicidad.
--necesitas descansar. Quedate en mi cama.
--¿y tú?
--el sofá es cómodo.
--pero no es justo. Además no creo que pueda dormir.
Simón está muy atormentado y Lucas se muestra como el hermano perfecto. Le ofrece justo lo que necesita Simón.
--te haré una infusión que me dio mi vieja, te irá bien.
Simón se tumba en la cama, se deja manejar. Lucas tiene que hacer un esfuerzo para no lanzarse sobre él. Es demasiado excitante lo que ve. Lucas conoce a Simón, sabe que es imposible seducirlo por lo que no pierde el tiempo. Son otros sus planes. Sabe también que a Simón le afecta mucho lo que se diga de él, lo que el público piensa de él. Y ese es el plan, que Simón se veía metido en una calumnia y en la que sólo Lucas está ahí para apoyarlo. Le prepara una infusión pero cargada de somníferos. No es hasta medio día que Simón se despierta.
--¿¿porqué no me despertaste antes?
--Es que necesitabas descansar…
--¡tengo que ir a ver como está Thiago¡
Simón se muestra angustiado. Apurado.
--¡tengo que ir a mi casa a ducharme y cambiarme de ropa¡
Lucas se muestra tranquilo.
--te dejo ropa. Duchate aquí.
Simón le agradece su ayuda. A Lucas le excita saber que tiene a Simón desnudo pero se controla porque no quiere que él sospeche que todo ha sido una trampa. Son muchos los testigos que ven salir a Simón recién duchado de casa de Lucas, incluida la prensa que lo asalta.
--pasaron la noche juntos, ¿volvieron?
--No claro que no…
Pero las evidencias lo acusan. Porque por si fuera poco es el auto de Lucas el que maneja Simón ya que dejó el suyo en el hospital. En el hospital las enfermeras y la propia Justina desayunan con un periódico que trae la foto del beso de Lucas y Simón y habla de romance. Justina lo rompe con odio. Las enfermeras murmuran.







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