Capitulo 40

Thiago llega de sorpresa al set de grabación con el pequeño Simoncito en el carrito. Quería sorprender a Simón en plena grabación y lo logra. Simón está grabando desnudo. Es algo que sorprende a Thiago. Lo mira con una sonrisa. Simón está sofocado, ve de reojo a su amado y eso hace que aumente su pena. Se siente muy incómodo pero si la escena no sale bien tendrá que pasar más tiempo desnudo y eso es algo que le pone más nervioso. En la escena Simón está completamente desnudo empujando un auto. Su parte delantera no se ve porque Simón está apoyado en el carro. Thiago lo ve desnudo de lado. Aunque conoce a la perfección el cuerpo desnudo de su amado, le gusta lo que ve. Por la parte de atrás no hay nada que lo esté tapando. Así que Thiago va por ahí. Simón está enrojeciendo. Lo pasa fatal que toda la gente lo vea así y más que esté Thiago con el bebé. Thiago está detrás de la cámara que graba a la perfección el trasero desnudo de Simón. Blanquito y sin nada de vello.
--vaya, si hasta lo han depilado –murmura Thiago divertido.
A Thiago le excita y le divierte la situación al imaginarse a Simón dejándose depilar esa parte. Sabe que Simón es pudoroso y lo habrá pasado mal. El desnudo Simón va empujando el auto, por debajo del trasero se ve la sombra de lo que le cuelga por delante moviéndose. Thiago sonríe divertido aunque también excitado.
--¡corten...¡ --dice el director.
La escena es correcta y Simón sopla aliviado. Le da algo si la tienen que repetir. En seguida llega un técnico que le pone un albornoz. Simón se agacha la mirada. Thiago divertido y con el cochecito a sus pies, aplaude.
--¡bravo, que talento¡
Simón fuerza una sonrisa algo incómodo. Hubiera preferido que Thiago no lo viera así. Simón no se mueve. Thiago empuja el carrito del bebé y va diciendo:
--No me dijiste que hoy grababas tan tapado –dice divertido.
--No te burles... sabes que me da pena.
Simón habla sofocado y Thiago con ironía.
--Es que me has puesto cachondo... cuando lleguemos a casa te vas a enterar –murmura.
Simón le tapa los oídos a Simoncito:
--no digas estas cosas delante del niño...
--A Simoncito le encanta que sus padres se quieran.
Simón está enrojecido por la situación y como a Thiago le hace gracia pues sigue con el tema.
--No sabía que te habías vuelto tan zarpado –dice burlón.
--bueno, es lo que tocaba. En España esto más normal, lo hacen para subir audiencia. No podía decir no.
Simón está pasando un mal rato y a Thiago le hace gracia y sigue burlándose de él.
--tranquilo, me gusta que todos vean lo que disfruto sólo yo para que se mueran de la envidia.
Enrojecido por la vergüenza que ha pasado y preocupado por si Thiago siente celos, Simón dice:
--¿te molesta que me desnude?
Thiago se le ríe. Lo mira con cara de depravado.
--claro que no. Sos hermoso. Es bueno compartir. Un monumento como tú debiera estar en un museo –dice divertido.
--¡boludo¡ --Simón riendo.
--oye que el exhibicionista eres tú.
Simón no estaba muy seguro si Thiago hablaba de broma o no. Se da cuenta que sí y se queda más tranquilo. Thiago lo abraza. Le habla con cariñoso.
--te amo, mi amor. Es trabajo. Hacé lo que tengas que hacer.
Simón se siente más tranquilo. Respira aliviado.
--sabes que lo he pasado mal. Me ha costado mucho hacer esta escena.
Thiago le acaricia la mejilla con dulzura.
--lo sé. No pasa nada.
Le besa en los labios muy dulce. Luego le guiña el ojo con cara de pervertido y dice:
--¿no tienes más escenas así?
Simón le da un golpe en el brazo regañón.
--¡claro que no¡
A Simón le dice que puede cambiarse y le queda un rato para la nueva escena. Simón y Thiago se devoran con la mirada.
--¿me acompañás?
Una chica de producción se queda con el bebé para que Thiago y Simón puedan estar un rato tranquilos. Van hacia el camerino haciéndose cosquillas. Persiguiéndose. Dentro del camerino, Thiago echa el cerrojo. Él y Simón se miran libidinosamente. Simón se quita el albornoz y queda totalmente desnudo ante su amado. Thiago se engancha a Simón. Se besan, se abrazan. Se devoran con pasión.













Meses después... Simón y Thiago están sentados en la consulta de un doctor. Se les ve preocupados.
--¿¿qué tiene nuestro hijo? –Simón.
--¿porqué no se le baja la fiebre? –Thiago.
El doctor se nota serio. No tiene cara de buenas noticias y eso es algo que preocupa mucho a la pareja. Se toman de las manos unidos en su pena, en su preocupación. El diagnostico es claro. Simoncito tiene leucemia y sólo un trasplante de médula de alguien compatible puede salvarle la vida. Thiago se derrumba. Piensa en su hermana muerta.
--¡no, esto no puede pasarnos¡
Llora abrazado a Simón:
--¡si hay vida después de la muerte, si Tina está en algún sitio no puede permitir que su hijo se muera¡
Simón trata de contenerlo.
--mi amor, es tu sangre. Seguro que tú si eres compatible.
Thiago habla con la voz rota:
--¿y sino?
Simón habla sonriendo aunque tiene el alma partida.
--alguien aparecerá.
El doctor les explica que hará la solicitud en un banco de donante para encontrar a alguien compatible pero que todo será más rápido si uno de la familia lo es.
--¡tienes que hacerte la prueba ya¡ --dice Simón.
Y aunque sabe que es prácticamente imposible dice:
--¡yo también me la haré por si a caso¡ ¡¡miraremos todas las posibilidades pero nuestro hijo se salvara¡
Simoncito es su hijo, el hijo de los dos y además lo único que le quedó de su hermana. A Thiago le mataría perderlo pero Simón se ve tan seguro que eso le reconforta. Simón sufre por Simoncito y sufre al ver a su amado tan mal. Le hace un juramento.
--¡Simoncito va a vivir... eso te lo juro yo por mi vida¡ ¡¡no importa como, no importa lo que tenga que hacer pero Simoncito vivirá¡
La pareja se abraza con fuerza. Al doctor les da pena interrumpirlos pero el tiempo es lo más importante. Tienen que hacerse la prueba.

Simón y Thiago esperan frente a la cunita del bebé.
--es tan pequeño. No puede ser que esté enfermo –Thiago.
--Se me parte el alma verlo así pero Simoncito nos necesita más fuerte que nunca –Simón.
Se abrazan, unen sus frentes. No pueden evitar llorar.
--todo va a salir bien –le asegura Simón una y otra vez.
El doctor aparece y nuevamente las noticias no son buenas. Thiago se derrumba de nuevo. Ninguno de los dos es compatible.
--¡no hay que perder la esperanza¡ ¡¡alguno de tus primos serán compatibles¡ --dice Simón.
Luego le habla al doctor:
--¿pueden hacer la prueba en Argentina?
El doctor les dice que hablará con un colega suyo en Argentina, que avise a la familia que vayan ese mismo día y que el compatible podrá viajar a España para la operación. Thiago mira a Simoncito con el alma rota.
--¿se va a morir?
Thiago llora lágrimas de sangre. Simón lo zarandea.
--¡TE PROHIBO QUE DIGAS ESO¡¡si es necesario iré yo mismo a hablar con Juan y Malvina¡ ¡¡pero todos se harán la prueba¡
Simón mira fijamente a Thiago.
--¡confía en mí, yo te aseguro que nuestro hijo estará bien¡ ¡¡yo encontraré el donante¡
El doctor les dice que igual lo buscará en un banco de donantes pero que puede tardar y cuando más tiempo pase será peor.
--¡yo lo encontraré¡ --dice Simón --¡lo juro¡
Simón mira al bebé, mira a Thiago.
--¡juro que se va a salvar¡
Simón deja a Thiago hablando con el doctor. Él en seguida habla con el padre de León y pide los teléfonos tanto de Malvina como de Juan. El ver a Simón tan seguro, el saber que ha convencido a todos sus primos que ese mismo día se hacen la prueba en sus respectivos países llena de calma a Thiago. Sus esperanzas se desvanecen cuando ninguno de los primos de Thiago es compatible. Thiago está destruido y Simón no sabe como animarlo.