miércoles, 27 de octubre de 2010

Capitulo 38















Simón y Thiago están los dos desnudos en la cama tratando de hacer el amor. Simoncito llora. Los interrumpe el coíto. Thiago, que era el activo, cae sobre Simón. Los dos sonríen resignados.
--Ni modo. Ahora somos padres –dice Simón.
Aunque con algo de fastidio, se levantan los dos a la vez. Thiago desnudo y apuntando. Simón igualmente desnudo y frustrado. Se acercan a la cuna. Simón agarra al pequeño en brazos. Thiago acaricia al pequeño.
--¿qué te pasa, campeón?
Los dos son muy cariñosos con el bebé. Simón no deja de mecerlo.
--Simoncito, hijo. Ahora dejanos. Deja que tus papis se diviertan... –Simón.
Simoncito calla en ese momento.
--Vaya, te ha hecho caso –Thiago sorprendido y encantado.
Simón mira con mucho amor a Thiago y cariñoso le dice:
--Es que sabe que nos amamos y que necesitamos nuestro momento.
Thiago guiña el ojo a Simón que deja, poco a poco, el pequeño de nuevo en la cuna.
--con mucho cuidado. No vaya a despertarse y nos interrumpa de nuevo –susurra Thiago.
Simoncito queda en la cuna dormidito. La pareja se mira con ganas de comerse. Se abrazan y se tiran a la cama. Ríen. Luego hacen gesto de silencio:
--vamos a despertarlo –dice Thiago.
Simón tira a Thiago sobre él. Se miran con complicidad y se funden el uno en el otro.

















Llega el fin de semana, es la primera vez, desde que son padres, que Thiago y Simón salen solos.
--¿estás seguro que la señora que contrataste es fiable? –Simón.
--si, confía en mí.
Ambos han dado cientos de instrucciones a la mujer.
--Es que no sé...
Thiago pone sus manos en las mejillas de Simón:
--Te amo, mi amor, sos lo mejor que me ha pasado y soy feliz contigo y con Simoncito pero me gustaría tenerte para mí solo.
Simón le sonríe amoroso:
--a mi también.
--¿y entonces?
Thiago a la expectativa. Mirando a Simón con cara de travieso. Simón sonríe.
--¡vamos¡
Se miran contentos. Se distraen un rato más dando más advertencias a la mujer, que si tal, que si lo otro, que si llame para cualquier cosa. Sienten una sensación de vacío cuando dejan el apartamento. Es la primera vez en semanas que están los dos solos. De entrada se les hace extraño pero luego se miran enamorados. Se besan. Se acarician.
--estamos solos, mi amor.
--si, solos --Simón.
Susurran enamorados. Salen a dar una vuelta tomados de la mano. Están felices de estar juntos, de compartir su amor con todos lo que quieran mirarlo. Van a un restaurante a cenar. Pasean por el paseo marítimo. Hace fresco y no hay nadie. Pasean muy abrazados.
--siento que ya no soy el mismo, estoy más tranquilo pero hoy tengo ganas de hacer una locura –Thiago divertido.
Simón le escucha divertido:
--¿qué se te ha ocurrido?
Thiago mira a Simón con cara de malo, señala el agua.
--¿nos bañamos desnudos?
Simón se le ríe.
--¡estás loco¡
Thiago trata de convencerlo.
--¡Es que siempre tuve ganas de bañarme en bolas en el mar, de noche¡
--¡pero mira que frio hace¡ ¡¡¿y si nos ve alguien?
Thiago señala el lugar:
--¡¿a quien ves? Además... tú lo has dicho... ¡hace frío¡ ¡¡somos los únicos locos en estar aquí con esta fría noche¡
Simón no se deja convencer. Thiago va hacia la arena mientras se saca la remera.
--¡estás loco, vamos a agarrar una pulmonía¡ --Simón.
Thiago se va desabrochando los jeans. Mira seductor a Simón y dice.
--yo te voy a calentar...
Thiago mira pícaro a simón mientras se baja los pantalones y calzoncillos. Lo mira desnudo.
--venga, no me dejes solo ¡¡no seas aburrido¡
Simón, a regañadientes, se queda en calzoncillos. Se acerca a él. Thiago lo abraza divertido y le va bajando los boxers. Simón pone cara de súplica:
--no, eso no...
Pero Thiago se los baja a los pies:
--no me obligues a usar la fuerza... –dice Thiago divertido.
Simón se acaba rindiendo. Quedan los dos desnudos el uno frente al otro. Van hacia el agua. Comienzan a correr por la orilla, salpicándose agua.
--¡vamos a nadar¡ ¡¡a meternos enteros¡ --Thiago.
--¡Está helada¡
Thiago, sin escuchar lo que Simón le dice, le pega un empujón hundiéndolo en el mar y luego se tira encima de él. Los dos se hunden en el agua. Salen a la superficie abrazados y besándose. Están los dos en medio del mar, bajo la luna y las estrellas y bellos como sus madres los trajeron al mundo. Se besan, nadan, bucean. Juegan a hundirse uno al otro. Ríen. Cuando salen están los dos helados pero se abrazan y su fuego interno les da calor. Caen en la arena. Simón debajo con la cara en la arena. Thiago amándolo y penetrándolo. Hacen el amor en la arena, mientras las olas los va acariciando. La noche es su cómplice, el sonido de sus jadeos se confunden con los de las olas. Quedan los dos desnudos el uno en brazos del otro.
--estás loco –dice Simón pero divertido.
Siguen desnudos y ninguno de los dos se mueve.
--como algún periodista nos han visto se va a hacer un escándalo –dice Simón pero sin perder la sonrisa.
Muy amoroso, Thiago se coloca sobre simón:
--¿porque tienes que pensar tanto en lo que digan los demás?
Simón lo acaricia:
--no es eso pero es que yo trabajo... ¿con que cara me presento al set si sale esto en la tele?
--igual tampoco hemos hecho nada malo. La hemos pasado bien ¿no? –dice Thiago pícaro.
Simón le guiña el ojo muy pícaro también.
--bárbaro la hemos pasado.
Se ríen y se funden en un apasionado y cálido beso de amor. Están muy felices el uno en brazos del otro.
--¿vamos estar así siempre, verdad, mi amor? –Simón.
Thiago se miran a los ojos y no duda.
--siempre.
Y unen sus labios, sus cuerpos en uno solo.




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